Te prometí que iba a intentar con todo el énfasis hacer de tu vida algo más legendario que tu amargo y crónico final.
...pero cada vez que me siento a escribirlo.. No puedo evitar extrañarte. Y ya no sé qué demonios contar.
Jodida, orgullosa, necia, caprichosa, obstinada, con un carácter de huracán. Así te quise. Y así de memorable son tus historias cuando las evoco. LLENAS DE TU FUERZA Y DE TU TEMPLE.
Vieja resongona. Que vacío dejaste.
Si. Cuanta verdad escondía tu falta de fe en la gente.
¿Con qué fuerza convivías a diario con esa contradicción?
(Y ahora quién me lo responde...)
.